¿Quién dice la verdad en la comunicación?

Sin dudas, la convivencia genera elementos comunicativos que la mayoría de los que integramos las distintas comunidades solemos ver como negativos. Algunos de esos elementos son:
ü  Chismes                                   
ü   Rumores                                                          
ü  Críticas
Sin embargo, no siempre todo lo que estos transmiten son aspectos negativos o con mala intensión aunque le demos más importancia a esas cuestiones que a lo que pueda enaltecernos dentro de la misma versión.
Puede ser que se trate  de una característica de la  personalidad, además  de un hábito o costumbre, porque la mayoría de las veces podemos adaptar estos comentarios a nuestro favor en caso de no ser positivos evitando así que se  siga “jugando al teléfono descompuesto”.
Así es como tener una “vecina chusma”, una “compañera de trabajo criticona” o un amigo que propagó un rumor que por supuesto se expandió con facilidad, nos parezca algo cotidiano y lamentable.
Porque no siempre estos comentarios conllevan una visión positiva o tienen posibilidades de revertir (en caso de ser necesario) la impresión o el concepto que se tiene de nosotros. Entonces debemos tratar en primera instancia de saber quién inició estas versiones y a qué modalidad pertenece, para saber si vale la pena preocuparnos y ocuparnos, o si quien lo hizo incorpora esta tarea de ocuparse por la vida ajena más que de su propia vida. Si se trata de esto último no debería consumirnos demasiada energía.
Rastrear el origen de la versión que empezó a circular en nuestro círculo íntimo es muy difícil, ya que aquello que se empezó a transmitir de “boca en boca”, seguramente habrá trascendido nuestras posibilidades para detener ese mal entendido, confusión o realidad cuya intensión no era ser revelada.
Pero otras veces somos nosotros los portadores de ese supuesto “notición” que estamos tentados por difundir. Lo mejor en estos casos es acudir a la fuente y sacarnos las dudas acerca del tema, así como también saber si la persona en cuestión quiere que esto se sepa.
Cuando alguien se le acerca con la típica frase: “me contó un pajarito…” ¿qué es lo primero que viene a su cabeza?
Trate de no ser el próximo pajarito que lleve y traiga información porque no se trata de una paloma mensajera y menos aún en épocas en las que las comunicaciones y la tecnología contribuyen a que la propagación de chismes,  rumores  o críticas se haga más rápido de lo que uno quisiera, así es que verifique si lo necesitan a usted como transmisor de noticias:
Ø  Sin saber si son ciertas
Ø  Sin saber si el involucrado principal desea hacer público eso que se está difundiendo
Ø  Sin saber cuándo sucedió
Ø  Sin saber si el contenido total es verídico o sólo una parte, mientras el resto es producto de la distorsión en la comunicación o de la propia imaginación del que la cuenta
Ø  Sin pensar antes de hablar

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