¿Por qué puede fracasar el presupuesto de su evento?

A continuación enumero una lísta de posibles fracasos
por los cuales pudo no haber tenido éxito el presupuesto de su Evento:


Comparación incorrecta de precios a cambio de productos o servicios.

Mayores egresos que ingresos (en caso de ferias, expo, etc)

Valores de venta muy baratos o inaccesibles (en caso de ferias, expo, etc)

Mala calidad en la prestación de servicios de Ceremonial u Organización de Eventos.

Fallas en la estimación del caudal de asistentes (para jornadas, conferencias, seminarios, cenas, arancelados) o insuficiente cantidad de participantes (público mediante pago de entradas o expositores, en caso de una expo)

Demasiados gastos en difusión.

No haber tenido en cuenta gastos previos para acontecimientos similares, falta de experiencia o subestimación de antecedentes y sus resultados.

Elección equivocada del lugar o de los materiales necesarios para llevarlo a cabo.

No usar remanentes de otras oportunidades que podrían haber servido para esta.

No haber tenido creatividad suficiente para disminuir gastos mediante la sustitución de algunos elementos o mediante el reemplazo de factores.

Haber aceptado (aunque involuntariamente ) sobrevaluación por parte de alguno de los RRHH.

Y una larga lista de posibles acontecimientos, de los cuales se seguiremos  aprendiendo,  deseando buenos resultados,

Inteligencia Interpresonal






¿Cuál es la imagen que le brinda el asistente del ejecutivo a quien le haría falta un elemento más para confundirlo con un pobre burro de carga?
Llevando paraguas, teléfono celular, radio-teléfono, maletín, computadora portátil, agenda, tarjetas, lapiceras, banner, etc.
 
Cuando muchas veces no solamente lleva sus cosas, sino también aquellos elementos de su superior, sin posibilidad siquiera de dejar una de sus manos liberadas para saludarlo en cuanto alguien  se aproxima.
Y... ¿qué piensa usted del ejecutivo que no es capaz de delegar en su asistente alguno de sus elementos menos indispensables con el objetivo, entre otros, de no dar una imagen de "desborde" total?.
En Ceremonial estamos cansados de ver estos casos en todas las jerarquías.
Un empleado, asistente o cualquier persona que  ofrece un servicio  no debe confundir sus tareas con servilismo. Pareciera que entender y practicar esto resultaría más simple que pedir un poco de empatía por parte de quienes ordenan ciertas tareas.
Pero lamentablemente no siempre son órdenes sino voluntad propia, muchas veces ligada al deseo de agradar o ascender cuando (la mayoría de las veces) lamentablemente nada de eso sucede y como si esto fuera poco, se suele denigrar la propia imagen sin darse cuenta.
Es entendible que puede  ser dificultoso para ambos marcar límites o prerrogativas respecto a estas tareas, que se inician como un favor pero muchas veces terminan en un abuso.
¿Qué cree que pensará el asistente de la reunión de mañana cuando reciba el llamado del jefe por cuarta vez, aunque la última llamada haya sido a las 22hs., luego de haber compartido doce horas en la oficina?
Radio- teléfonos que suenan a toda hora y con los ringtones más diversos . En restaurantes, medios de transportes, colegios, ceremonias religiosas, velatorios u hospitales no paran de hacerse notar y precisamente la discreción no es lo que se destaca. Manos libres y voces de las más diversas inician una conversación coloquial en un lugar y momento equivocados.
Está claro, o no tanto, que superior o  asistente tienen una vida laboral y otra familiar y cuando ambas se conjugan es importante la empatía que uno puede sentir respecto al otro. Eso también habla de la imagen de ambos aunque no parezca.
Todos tenemos derecho a disfrutar de un domingo en familia, una cena en pareja, el café con una amiga o un feriado que nos permita alejarnos de nuestra cotidiana actividad.
Sin embargo, muchas veces depender de alguien laboralmente o reconocer la situación económica imperante  puede convertirse en un trabajo las 24 horas.
 Reflejar en un espejo determinadas situaciones, nos permiten ver imágenes que a menudo no distinguimos y que sin duda no quisiéramos para nosotros ni para los demás.

Anfitrión e Invitados comparten protagonismo.


Cuando los organizadores de eventos  hacemos la prueba de sonido e iluminación, la degustación de los diferentes platos o bocaditos y cuidamos cada uno de los detalles: lo hacemos para todos los invitados por igual.

El anfritrión que festeja sus 70 años y el niño más pequeño invitado a la fiesta, que tiene 4 años.
El Presidente de la Multinacional y el Jefe de RR HH de otra empresa.
El dueño de la galería a punto de inaugurar y la dueña del local nro. 4 de la misma galería.
Anfitriones e invitados deben recibir el mismo trato, los mismos cuidados y atenciones. No importa lo cerca que se encuentren del escenario o de la salida de emergencia, no importa si son familiares directos o amigos de los que convocan al evento.
Para mí, quien contrata: el anfitrión, el "dueño de la fiesta" es protagonista, es el eje de la historia que allí se va a celebrar. Pero los invitados también lo son. Sin ellos, la celebración no sería lo mismo. Y cada uno de los que previamente trabajamos para ese evento tenemos que entenderlo de ese modo. Independientemente del aforo.
Ni el festejo por los 70 años, ni la celebración del nuevo cargo, tampoco la apertura de la galería serían lo mismo si sólo estuviera la presencia del anfitrión. Pero tampoco habría celebración si contáramos  únicamente con los invitados.
Creer que  quien paga es el único protagonista, es a mi criterio, una gran equivocación.
¡Por eso, cuando las luces del próximo evento se enciendan, no olvide vivirlo con un gran protagonismo!

Turismo de aquí y de allá.

Muchas veces acompañé a turistas extranjeros a realizar city tour por los distintos atractivos de la Ciudad de Buenos Aires y me encontré, en más de una oportunidad, con personas provenientes del interior de nuestro país y del extranjero, como es habitual

Es increíble notar cómo, a veces, no se reconoce la importancia del turismo como  herramienta comunicacional. No obstante, se comunica con las caras, con los gestos, con las reacciones y con las actitudes.
Entonces quienes hacemos de guías o anfitriones  debemos ser intérpretes de ésta comunicación que incluso, nos sorprende a nosotros mismos, que vivimos aquí.
Oír sus diferentes lenguas, sus timbres más estridentes unos que otros y su manera descuidada de reír a carcajadas. Me hizo sentir varias veces: una turista más.

En Eventos, muchas veces somos partícipes de un turismo receptivo para el que no siempre pareciéramos estar preparados.
El valor de la comunicación entre nosotros, los que hablamos el mismo idioma y compartimos las mismas costumbres es indescriptible y muchas veces es lo que más valoran aquellos que lo desconocen y simplemente están entre nosotros de manera ocasional.

En cada una de estas salidas, confirmo que ente algunos de los elementos que propicia el Turismo como herramienta comunicacional encontramos:
el fomento de la comunicación interpersonal,
el desarrollo e intercambio de la cultura de los intervinientes,
el aprendizaje de nuevas modalidades turísticas y de relación,
la participación activa de los visitantes en distintas actividades típicas de la zona que se visita,
la vinculación de la actividad con la posibilidad de adelantar reservas, averiguar tarifas, contratar excursiones, etc. (por intermedio de internet principalmente)

Sigamos fomentando el Turismo, desde nuestra actividad como buenos anfitriones, propiciando la buena comunicación con los demás.