Cuando es necesario que el organizador sea un caballero...


De tanto galopar se puede levantar polvo,
el polvo puede engañar,
el caballo desbocarse
y ahí ya no domina el jinete”.
Días atrás participé de la Expo Criollos en la Ciudad de Chascomús. Este evento se llevó a cabo anteriormente cuatro veces. Sin dudas, para la mayoría de las personas de Chascomús y hombres de campo de alrededores, es un prestigioso e interesante evento que reúne, caballos, monturas, Cabañas, estancieros, e interesados en esta temática.
El aire de campo, la alfalfa, el fogón, el mate que pasa de mano en mano y la vida de campo a pocos kilómetros de la ciudad, me hicieron recordar a mi infancia. Sólo que esta vez, mi rol no era el de una pequeña niña que montaba sin comprender el verdadero sentido de lo que estaba haciendo. Con unos cuantos años más, esta vez no monté, pero imaginarán que no perdí oportunidad de aprender como lo hago cada vez que asisto a cualquier clase de evento y no sólo de caballos, sino también sobre el comportamiento humano, logística, liderazgo, organización, etc.
Allí vi a jinetes y caballeros, personas gentiles y arrogantes, soberbias y sencillas. En fin, he tenido tiempo suficiente para analizar varios aspectos:
las relaciones humanas y cómo estas se diferencian entre la gente de campo y la de ciudad,
entre el que tiene dinero y quien no,
entre el poderoso y el subordinado,
entre quien cree que organiza y está desorganizado,
entre el que cree que sabe todo y termina demostrando que no sabe nada.
Para este último, no creo que valga la pena diferenciar la palabra jinete de caballero, ni soberbia de sencillez, ni modales de mala educación.
Un hombre de ciudad entre gente de campo, un supuesto caballero entre hombres y verdaderas damas, que cree saberlo todo y tristemente no sabe nada, podrá llevarse bien con los caballos pero no con algunas personas que aunque no lleven las riendas esta vez, saben llevarlas cuando es necesario.
Pero cuidado, la palabra caballero proviene de otro lado y no todo jinete lo es. Así es que es necesario considerarlo.
En eventos, como en cualquier otro ámbito, la mala publicidad se propaga con mayor facilidad que la buena y allí  es donde es posible descubrir que no todo lo que brilla es oro.
No sea cosa que  lo que se cree una organización hoy, mañana concluya siendo una gran desorganización. Producto de la torpeza de un hombre y no del tropezón de su caballo.
Hace mucho, en este blog me vengo refiriendo a las cualidades que debe tener un buen organizador de eventos, sin embargo en esta oportunidad, creo imprescindible mencionar las características de las cuales un buen organizador debería despojarse, antes de catalogarse como tal:
Soberbia
Mala educación
Arrogancia
Pedantería
Autoritarismo
Falta de respeto
Antipatía

No es bueno subestimar la capacidad o el conocimiento de otros, así como es imprescindible recordar que caballos y humanos somos animales, pero que a los últimos nos destaca la razón y que también en eventos es necesario aplicarla.
Por más que se trate de una Exposición de Caballos Criollos  es bueno que el organizador “se baje del caballo”. Porque de esta manera es posible que el evento que hoy está en boca de todos termine estando olvidado y en boca de pocos.
A veces el freno no  es únicamente aplicable al caballo, porque no sólo es necesario saber, sino también demostrarlo.

Amor, Empatía y Paciencia, antes de cualquier evento

El amor, la empatía y la paciencia  son  tres razones fundamentales por las cuales un profesional de eventos  y  ceremonial debe continuar con la responsabilidad de su trabajo, independientemente de las causas que le puedan provocar una alteración en su estado de ánimo.
En esta profesión, no importa cuántos cortes de calle por manifestaciones hemos tenido que sortear, si recientemente hemos  quedado varados en alguna avenida (producto de un temporal), si tenemos un  familiar enfermo o la desgracia de haber participado de un sepelio recientemente.
Particularmente creo que el amor, es decir la pasión y el cariño que tenemos por nuestra actividad hace que seamos fieles a ella. Que nos alimentemos de eso, de todo lo que ella tiene para darnos a cambio de lo que estamos dispuestos a entregar.
La empatía, permite que podamos ponernos en el lugar del otro, con sus ansias de celebrar, su tristeza ante una conmemoración o su felicidad en el festejo. Y que nuestro mal humor o inconvenientes personales queden en casa y no vayan con nosotros al trabajo.
Es la paciencia la que nos vuelve capaces de tolerar esas situaciones que la cotidianidad o la vida nos pone como obstáculos. Logrando que esos obstáculos no impidan alcanzar nuestras metas. Saltándolos y viéndonos reconfortados luego, con la alegría y el placer de haberlo hecho, pero más aún de poder continuar.
Muchos de nosotros vemos a la conclusión satisfactoria (para nuestros clientes y por supuesto para nosotros) de cada uno de los eventos, como una meta. Por lo tanto, esa meta, se alcanza con estos tres elementos a favor del organizador, independientemente de la cantidad o gravedad de los hechos que le sucedieron antes de presentarse a su trabajo e incluso en medio de éste:
Amor
Empatía
Paciencia
Fundamentalmente en la mayoría de los eventos que llevamos a cabo por nuestra actividad, debemos tener un estado de ánimo óptimo, conservar la sonrisa franca y no falsa y la predisposición necesaria para que tanto nuestros clientes como el más pequeño de los invitados sientan que estamos dispuestos a celebrar o festejar con ellos.
Si el evento se trata de un acontecimiento más solemne como puede ser un aniversario, una conmemoración, una despedida, etc., procuraremos que la tristeza imperante no le gane a nuestros sentimientos.  Cambiando la sonrisa por un gesto propicio a las circunstancias y tratando siempre de contener y contribuir a pasar ese momento lo menos lamentable posible.
Conservarnos distantes y al mismo tiempo involucrados, no es tarea sencilla, pero tampoco, imposible. Así es que recordar esas tres palabras  e incorporarlas a nuestro check list para el próximo evento, es indispensable.
Buscar los momentos de celebración y disfrutarlos es necesario, porque los momentos desdichados, sabemos que vienen solos. #Celebra #Disfruta