¿Cambiar el objetivo de una tradicional celebración, es posible?

Desde que estuve en USA y mi viaje coincidió con el Dia de San Valentin, comprobé que fundamentalmente allí celebran el dia del amor, del cariño. Ese dia, abundan especialmente los corazones, el color rojo, el rosa, la imagen de Cupido, las flores y claro (conforme el frio en esas latitudes) también los chocolates!

Recuerdo que en la familia, la escuela y hasta en los comercios la gente parecía "desbordar" de amor, afecto y cariño hacia los demás, independientemente del vinculo que los unía.

A partir de esa observación  me pregunto: ¿Por que si fundamentalmente se copia de alli, esta celebración, no se copia totalmente?.

Desde ese 14 de febrero me propuse Celebrar el Dia del Amor. Porque los que no tienen novi@, espos@ o amante quedarían entonces,  excluidos de festejar? ¿O acaso existe otra fecha especial para hacerlo?

Pues bien. Esta claro que todos los dias del año serían perfectos para dar y recibir amor, pero no veo mal que haya precisamente un dia, que nos lo recuerde.

Para amar, para querer, no importa el vinculo, sino la necesidad, la espontaneidad y el deseo de transmitir ese sentimiento. Que forzado (quizá por la imposición de una fecha) pierda efectividad o credibilidad, restando o sumando adeptos.
No me olvido de las cuestiones comerciales que rodean estas fechas. Pero hacer o no, del amor un negocio depende de nosotros y no de quienes quieran imponer la demanda.

Si se trata de regalar algo que quede para siempre en esa persona que queremos, amamos o de la cual estamos enamorados, no hace falta gastar, endeudarse, recorrer centros comerciales, o pensar en algo extravagante proporcionalmente a nuestro sentimiento, porque además, seguramente no lo encontraremos.

Hay tantos obsequios que se podrían hacer sin gastar, solo con creatividad, ingenio y buena voluntad, que simplemente  se trata de sorprender gratamente con algo que si surge del corazón sera percibido e indudablemente bienvenido.
En este Dia de San Valentin, para mi, Dia del Amor, aprovechemos para decir más te quiero, más te amo, para abrazar, besar, escribir, hablar, dedicar, sonreír y hacerle saber a la otra persona, que ocupa un lugar en nuestro corazón.

¡Recordemos que el dia de hoy debería ser celebrado todos los dias!

¿Quién defiende nuestra profesión?

Recuerdo cuando empecé a estudiar Ceremonial y Protocolo, hace más de veinte años y era adolescente, parecía que sólo aprendería a “poner la mesa”, “ser y estar”, etiqueta, buenos modales, urbanidad y cortesía. Debo reconocer que cuando leí la descripción del estudio, creí que con la educación que había tenido hasta entonces y a esa altura del siglo, sería ridículo e insuficiente.
A pesar de eso sentí que tendría algo más para ofrecerme, algo que hasta ese entonces podría no haber  aprendido. No lo dudé más y empecé.
Por suerte no me equivoqué al hacerlo.
Varios años después, veo y siento que es necesario e imprescindible seguir desmitificando ese erróneo concepto que se tiene en relación a cada termino, cuando se los unifica erróneamente y se cree que todos los anteriormente mencionados significan lo mismo. Así como todos los que trabajamos en Ceremonial o Protocolo somos iguales.
Ese aprendizaje, aparentaba ser “ridículo e innecesario” (a mi criterio). Pues pensaba que la crianza y educación de mis padres y del colegio al que asistí desde los 3 años, me hacían creer que todo lo había aprendido (al menos en relación a esa “buena educación”). Vaya equivocación.
Hoy tanto han pasado los años que hasta nos encontramos en un siglo diferente. Sin embargo la enseñanza y por lo tanto el aprendizaje también deberían intensificarse, puesto que la mayoría de las personas siguen pensando como yo, en ese entonces.
Antes, la materia Urbanidad, por ejemplo existía en las escuelas y al menos inculcaba a los niños el inicio de algo que sin dudas prosperaría con el tiempo. Hoy que no está y que se suma este gran desconocimiento al respecto, la situación parece haberse “ido de las manos” de los adultos y ni hablemos de los niños.
Javier Vila, un reconocido consultor que inició recientemente un debate en Twitter  así: “Si el #protocolo sufre de la incomprensión de muchos, yo me pregunto, estaremos comunicado bien nuestra profesión? vamos por el buen camino?”
Y  coincido. Es que gran responsabilidad tenemos, los que nos desempeñamos en el ámbito y que por cierto somos minoría al:
Repetir ciertos patrones obsoletos con nuestro comportamiento, habitualmente acartonado y ególatra,
Considerar que se trata de una actividad  que sólo pueden desempeñar algunas personas.
Ser extremadamente rígidos al aplicar una herramienta que se supone flexible, pero que es capaz  de herir muchas susceptibilidades, propias y ajenas.
Guardar celosamente la experiencia y el conocimiento para uno mismo, sin compartir los errores y aciertos con los demás.
Menospreciar o hacer sentir en inferioridad de condiciones a aquellos que recién se inician o desconocen nuestra actividad.
Creo que una parte importante del cambio está en nuestras manos. Depende de nosotros.
Debemos modificar la idea que muchos tenemos de presentar, desempeñar y difundir nuestro trabajo, para que los demás también lo hagan.
Sigamos juntos, para destacar nuestro trabajo individual, logrando grandes y buenos resultados para todos.