Reflexión y Etiqueta en Internet



Como ya sabe, en este  blog trato temas  de Ceremonial, Eventos y Comunicación, razón por la cual hoy decidí escribir algo que viene, desde hace un tiempo ocupando un lugar en mi cabeza y creo que ya es momento de comentarlo, justamente relacionado con este último tema: la Comunicación.
Considero que:
Reciprocidad - Cortesía - Educación - Buenos Modales - Prudencia - Empatía - Asertividad - Respeto,  son sólo algunas de las características imprescindibles para una correcta comunicación.
Y cuando me refiero a ella, lo hago en el sentido más amplio de la palabra.
Sin embargo, en pleno auge  de las redes sociales, la comunicación que conocemos como tal, se desvirtúa muchas veces en detrimento de la retroalimentación (que inevitablemente debe existir para que ésta se lleve a cabo como corresponde).
Sin embargo, establecer  feedback: esa retroalimentación básica,   condición esencial, no parece resultar muy sencilla que digamos. Pero: ¿Qué es verdaderamente lo que sucede?. ¿Cuándo las palabras o la falta de ellas empieza,  y pasan de ser excusas para transformarse en verdaderos motivos que nos impiden alcanzar un fluido e intenso vínculo?  
Creo que la falta de tiempo y de compromiso, el individualismo y la indiferencia hacen el resto. El ego personal muchas veces logra que cada uno se centre en sus propias actividades y en el espejo que sólo quiere o le interesa ver. Sin embargo:
¿No son las redes sociales, acaso, un espejo en el que debamos vernos todos y más allá de uno?
¿Acaso vale más una cuestión de marketing que una cuestión comunicativa, en la imperiosa necesidad de sumar contactos ("amigos")?
Las costumbres, el trato social y el entorno con el que uno se vincula de manera física y directa, suele no permitir o  respaldar una falta de cortesía. Lo mismo debiera suceder en Internet aunque se trate de una modalidad virtual. El cumplimiento y correcto desarrollo de esas costumbres que suceden en nuestra vida en sociedad, también deberían ser tenidas en cuenta, aunque no nos estemos mirando  cara a cara.
Precisamente eso es lo que se conoce como Netiquette, "guardar las formas" como se decía hace tiempo, pero en este caso, frente al teclado.
Antes de escribir, pensar es más que necesario. Es como pensar antes de hablar, sin necesidad de aclarar lo que quiero decir con ello. Por eso la acumulación indiscriminada debe ser indudablemente sustituida  por una selección de  contactos, entre familiares, laborales o comerciales, sociales o amistades, etc. ¡Si existen personas que hasta rotulan a los amigos por "compromiso"!
Ahora, vuelvo a cuestionar el sentido de esta interminable cantidad de contactos de los cuales, en definitiva poco o nada se sabe. Entiendo que en el afán de conformar la propia sociedad digital uno se pueda olvidar de aplicar lo que denomino cultura digital y aprender de ella todo lo que haga falta, pero nunca es tarde para seguir aprendiendo.
Por lo tanto considero imperiosa la necesidad de destruir las paredes digitales que se van creando casi simultaneamente con el incremento de contactos. Eliminar las publicaciones o noticias de los contactos que uno mismo aceptó tener, me parece una falta de cortesía absoluta. Con respecto a eso, recuerdo una amiga que ha puesto en su muro del Facebook  ¿S.O.S podés aydarme? y de una lista de 350 (trescientas cincuenta) personas sólo han comentado ese posteo, con preocupación: 8 (ocho) ¿Qué pasó con el resto? ¿Es que a caso la pared digital era tan alta que no permitía ver las solicitudes ajenas?, ¿O es que precisamente faltó Reciprocidad - Cortesía - Educación - Buenos Modales - Prudencia - Empatía - Asertividad - Respeto ?
Para finalizar quisiera dejarles una pregunta más: ¿Cuál es la diferencia entre tener un índice telefónico con 130 nombres y no saber desde hace tiempo cuántos de ellos, se han mudado, cambiado de teléfono, fallecido o si simplemente han necesitado de uno, más de una vez?
Simplemente, creo, que habrá que ponerse a reflexionar.