Recientemente visité la 37 Feria Internacional del libro que se está llevando a cabo en La Rural de Buenos Aires supongo que el público que asistió y lo continúa haciendo, demuestra una vez más su interés por la lectura y por más que la modalidad digital pretenda imponerse, entrar en contacto con los libros y tenerlos entre nuestras manos es una sensación que no puede igualarse a ninguna de las más avanzadas tecnologías.
Desde niña tuve el placer de estar rodeada de libros y aún hoy lo sigo estando. Quizá por eso he sido una más de los miles de asistentes que al ingresar suponíamos que allí estaría el libro que nos sorprendería o que desde hace tiempo estamos buscando sin éxito. Creo que esa debió haber sido la idea que ocupó el principal lugar en la cabeza de todos, ni bien ingresamos al predio, aquello que nos motivó a acercarnos hasta allí.
Desde niña tuve el placer de estar rodeada de libros y aún hoy lo sigo estando. Quizá por eso he sido una más de los miles de asistentes que al ingresar suponíamos que allí estaría el libro que nos sorprendería o que desde hace tiempo estamos buscando sin éxito. Creo que esa debió haber sido la idea que ocupó el principal lugar en la cabeza de todos, ni bien ingresamos al predio, aquello que nos motivó a acercarnos hasta allí.
Sin embargo la intencionalidad de los concurrentes es dispar, conforme las opiniones que recabé de colegas, amigos y conocidos, respecto al motivo que los llevó a visitar la Feria en esta oportunidad.
Entre otros, los hechos que los incentivaron a acudir fueron:
» Adquirir valores inferiores a los que se consiguen en las librerías por los mismos ejemplares.
» Conocer personalmente a un autor determinado y lograr la firma de algún ejemplar.
» Encontrar antiguas publicaciones que son difíciles de conseguir en las tradicionales librerías de usados.
» Participar de actividades artísticas y culturales gratuitas, tales como mesas redondas, debates, etc.
» Comprobar las ventajas del e book y las novedades en cuanto a la lectura digital, tan promocionada.
» Actualizarse en materia literaria y conocer las últimas publicaciones de prestigiosas editoriales o de autores independientes.
Personalmente recorrí la feria con el amor que tengo por los libros, pero sin poder desprenderme de mi ojo crítico que vincula mi actividad organizativa con las falencias y aspectos positivos que encontraba a cada paso. Cuestiones que muchas veces, la mayoría de los visitantes pasan por alto.
Cámara de fotos en mano me tomé el tiempo necesario para captar imágenes que complementarían el “trabajo” que hago luego de participar en toda clase de eventos, organizados por mí o no. Con ella puedo plasmar lo que de otra manera producto del recorrido habitual hubiese pasado por alto. Simplemente lo hago con el objeto de optimizar mi desempeño y aprender de las propias vivencias.
Sin duda, organizar esta clase de Ferias no es tarea sencilla, sin embargo teniendo en cuenta que es la trigésimo séptima que se lleva a cabo y que además lleva la “carga” de ser luego de la de Frankfurt la más importante del mundo habría aspectos que no se deberían dejar de contemplar para las próximas planificaciones.
De todos modos, procuro tomar los sucesos positivos que llamaron mi atención como ejemplos a seguir o a tener en cuenta para ocasiones similares en las que deba intervenir y compartir algunos de ellos detalladamente en éste blog.
En definitiva eso es lo que hago cada vez que asisto a cualquier clase de eventos. Sé que organizarlos no es fácil, entonces más que criticarlos con mala intención pienso cuáles serían los cambios que permitirían a los visitantes y expositores satisfacción en lugar de disgusto o mal estar.
Sucede que a eventos públicos, donde hay que pagar una entrada, como ha sido el caso, la gente suele ir predispuesta de otra manera y con intenciones de exigir siempre más. Por mínimo que sea el valor de la entrada. En cuanto a los representantes de algunos de los stand de quienes también obtuve una opinión, sucede lo mismo en la mayoría de los casos, al pensar que el pago del stand se justifica sólo si resulta tan redituable como se imaginó.
Entonces allí surgen los primeros descontentos que van haciendo comentarios de boca en boca teniendo más que ver con una cuestión económico-comercial que con una cuestión organizativa que es puntualmente lo que más me interesa. Puesto que cada uno conoce el sector en el que se desempeña y los visitantes podrán tomar otras o las mismas decisiones en un futuro.
Particularmente no me privé de recorrer con placer las vitrinas que me remontaban a mi propia infancia o a la de mis padres, de quienes aún conservo sus primeros "libros de lectura", por otro lado, encontrar viejos y valiosos ejemplares del management, las relaciones públicas, psicología, sociología y demás cuestiones inherentes al ámbito empresarial, etc. También visité rincones infantiles de cuenta cuentos y otros espacios ambientados especialmente para los más pequeños, ámbitos que pretendían mediante curiosas alternativas fomentar la lectura en los niños, etc.
De todos modos, en esta oportunidad y sin entrar demasiado en detalles, encontré entre las manos de los visitantes más folletos entregados por los diferentes puestos, que libros, lo que particularmente llamó mi atención. Al igual que la promoción y difusión de sectores vinculados con el ámbito oficial que además quedaría plasmado en cada uno de los folletos de alta calidad y diseño impecable que los visitantes llevaban. No nos olvidemos que además, Buenos Aires, este año ha sido elegida Capital Mundial del Libro, por lo tanto hubiese sido razonable y satisfactorio que la proporción sea a la inversa, menos folletos y más libros, independientemente de cuál haya sido el motivo por el cual esto no fue así.
Otro aspecto con el que no pensé encontrarme de forma tan evidente es la connotación política que parecía respirarse en el ambiente de toda la Feria, incluso varios días después de la inauguración de la misma, es decir que no sólo se limitó a lo que todos esperábamos producto de la oratoria del escritor Mario Vargas Llosa, sino que por lo visto siguió o seguirá hasta su cierre.
Por otro lado, hubiese preferido que se le haya dado más trascendencia literaria que turística a las distintas provincias de nuestro país, para que los autores de las mismas den a conocer sus obras en un .ámbito más que propicio a tal efecto.
La participación de escritores, representantes y editoriales de otros países es uno de los factores que cataloga a la Feria de: Internacional, por lo tanto supongo que haberle dado más preponderancia hubiese sido merecido, más allá de la concurrencia de visitantes extranjeros. Más aún teniendo en cuenta que el lema de la Feria de éste año es nada más y nada menos que “Libros sin Fronteras” habiendo sido esa una oportuna forma de ponerlo en práctica.
Después de mi opinión, sólo resta saber: ¿Por qué usted la visitó o la visitaría?